BILBAO ACTO ORACIONAL EN MEMORIA DE LAS VÍCTIMAS DE ABUSOS SEXUALES
PRESIDIDO POR MONS. JOSEBA SEGURA
El viernes
24 de marzo, la Catedral de Bilbao acogió con pleno aforo la participación de numerosas personas que
oraron junto al Obispo.
Seis
víctimas subieron al altar para depositar una vela encendida mientras el
presbítero Carlos Olabarri, director de la Comisión de Prevención de Abusos de
la Diócesis, leía una breve semblanza de los abusados y de sus dolorosas
experiencias; entre ellas un sacerdote, Josu López de Villalba víctima también
estuvo acompañando al Obispo en el altar durante toda la celebración.
Entre
las víctimas resultó especialmente emotivo el testimonio en forma de poema de Joseba
Imanol Ibarra, una de las víctimas, leyendo una poesía escrita por él mismo. que en su infancia padeció abusos por parte
del presbítero, ya fallecido a finales de los años 70, director de la Santa
Casa de Misericordia, un centro de acogida para niños huérfanos o abandonados
por sus familias. Entre los símbolos de la celebración se presentaron en el
presbiterio una placa con una inscripción en memoria de las víctimas que se
situará en el claustro de la catedral y un olivo destinado a ser plantado en el
“Bosque de la Concordia”, del edificio seminario de Derio.
El
obispo de Bilbao, pronunció su homilía de apoyo a las víctimas y señalando con claridad “reconocemos que entre nosotros
ha habido abusadores”, aclarando que
estas personas “no definen lo que hemos sido, más bien lo contrario de lo que
hemos querido ser y hacer”. Mons. Segura señaló que
con este momento oracional no se quiere cerrar nada. “Esta petición de
perdón es necesaria, pero no es suficiente”. El obispo se dirigió en primera
persona a las víctimas ofreciéndoles “ser escuchadas, aprendiendo de vosotras y
sacando a la luz y confrontando los abusos que siguen ocultos”. Mons. Segura de Bilbao agradeció a las
víctimas que con “vuestras dudas comprensibles, habéis dado el paso de
acercaros y contarnos a la comisión de abusos y a mí mismo lo que habéis
vivido”. También dio gracias a Dios “por todos y cada uno de esos encuentros,
tan importantes para nosotros y de los que queremos seguir aprendiendo”.
En la
última parte de su intervención el obispo se refirió al dolor de las víctimas y
a los daños psicológicos que “pueden empezar a sanar, si conocemos los responsables
directos”. Ha añadido que es importante “ofrecer espacios seguros para
escucharlas, para acompañarlas, para defenderlas si fuera necesario”. Resaltó también
la importancia de reconocer desde la Iglesia la verdadera historia “la buena y
la mala” ya que solo asumiéndola, afirmaba, “podremos ser testigos de la Verdad plena”.
Mons.
Segura pedía a Dios que “nunca más sea posible que ningún abuso detestable se
pueda producir en el seno de la comunidad cristiana o en alguna de sus obras”.
Terminó
señalando tres compromisos. El primero: continuar manteniendo abiertos los
canales de comunicación entre las víctimas y la Diócesis. El segundo: seguir escuchando
y aprendiendo de las víctimas. En tercer lugar, colaborar desde la Iglesia con
las víctimas y el resto de la sociedad en una tarea pendiente: la de sacar a la
luz los demás abusos que se producen en los ámbitos de
las familia, los clubes deportivos, y seguir denunciando la explotación infantil y trata de personas.
Vídeo completo de la celebración: https://www.youtube.com/watch?v=IvYYuYSptiU&t=8s
Informó: Rafael Hernández Urigüen, redactor de Omnes Magazine en
Donostia-San Sebastián. Textos e imágenes facilitados por la Diócesis. Autor de
las fotografías: Álex Garai