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Licenciado en Filosofía y Letras, Doctor en Teología, ex capellán y ex profesor Universitario de Ética, Antropología Filosófica e Introducción al Cristianismo.en la Universidad de Navarra. Ex profesor de Ética y de Antropología Teológica en el Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas Pío XII de San Sebastián-Donostia. Redactor de Omnes Magazine en Donostia-San Sebastián

lunes, 30 de enero de 2023

INÉDITO: HACE 25 AÑOS: MIS DOCE PREGUNTAS AL PROFESOR DE ECONOMÍA JULIAN LINCOLN SIMON Y SUS RESPUESTAS

 

Julian L. Simon durante una intervención en la Universidad de Navarra. Enero de 1998 

Fotografía de Manuel Castells






HACE  25 AÑOS, PRECISAMENTE, UN 30 DE ENERO. MIS DOCE PREGUNTAS AL PROFESOR DE ECONOMÍA JULIAN LINCOLN SIMON  Y SUS RESPUESTAS 10 DÍAS ANTES DE SU REPENTINO FALLECIMIENTO

 

Julian Lincoln Simon , economista norteamericano profesor en la Universidad de Maryland, recibía el Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Navarra junto al Cardenal Ratzinger y al Profesor Douwe D. Breimer hace un cuarto de siglo.

 

Por aquellos años quien escribe estas líneas compaginaba sus responsabilidades pastorales y docentes en dos centros académicos que la Universidad de Navarra tenía en San Sebastián (Guipúzcoa): ISSA (School of Management Assistance, trasladada definitivamente a Pamplona en 2016) y TECNUN (Escuela Superior de Ingeniería que continúa en la capital donostiarra). Al mismo tiempo, colaboraba en dos medios de comunicación: La Revista Palabra (actualmente Omnes Magazine) de la que era corresponsal para Euskadi (País Vasco), y el diario DEIA, diario vasco nacido al comienzo de la democracia.

 

El Departamento de comunicación de la Universidad me facilitó entrevistar a Julian Simon, y concertamos el encuentro en “Faustino” la cafetería snack del Edificio Central de la Universidad de Navarra. Por cierto, “Faustino” me evocaba mis tiempos como estudiante de Filosofía y Letras, cuando en aquellas mesas de roble discutía con algunos de mis compañeros sobre los textos de los presocráticos, o comentábamos a Platón y a Aristóteles.

 

La entrevista fue cordial desde nuestro primer saludo. Cuando me presenté y pronunciaba mi nombre, “Rafael”, Simon, judío, añadía en inglés: “Rafael: tú eres medicina de Dios”. Lo repitió varias veces con un tono de respetuoso humor, y también al despedirnos. Percibí que también le agradó cuando al presentarnos comenté que yo había rezado por él y por su familia durante la Misa a primera hora de la mañana. He de reconocer que en aquella Misa sentí, como sacerdote, la responsabilidad de acertar con mis palabras en el diálogo que pocas horas después mantendría con ese prestigioso intelectual hebreo, convencido de que iba a encontrarme con un “hermano mayor”. bella expresión del Concilio Vaticano II cuando se refiere a los judíos.

 

Simon, junto a un constante y fino sentido del humor, mantuvo sus tesis, favorables al crecimiento demográfico durante nuestro diálogo, fundamentándolas en el método propio de su especialidad científica, y evitando otras consideraciones. Siguiendo la tradición liberal norteamericana presenta sus conclusiones científicas y que cada cual decida libremente cómo actuar en consecuencia. No quiso salirse de su propio ámbito en ningún momento. Quizá esta sobria contención, defraudará a algunos lectores que podían esperar más compromiso explícito y “mordiente” respecto a las indiscutibles políticas antinatalistas, pero, en mi opinión, el texto, en su sobriedad y rigor metodológico constituye un argumento que rebate, sin levantar la voz, el maltusianismo latente (el imperativo maltusiano en palabras de Simon) que sigue manteniendo a Europa y a otras zonas del planeta congeladas en el letal invierno demográfico.    

 

Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Navarra, enero de 1998. De izquierda a derecha: Profesor Douwe D. Breimer, Mons. Javier Echevarría (Gran Canciller), Cardenal Joseph Ratzinger, Profesor Julian Simon, y José María Bastero (Rector de la Universidad) 

(Fotografía: Manuel Castells. Archivo gráfico Universidad de Navarra)
 

 

ENTREVISTA AL PROFESOR. JULIAN L. SIMON.

Edificio Central de la Universidad de Navarra, viernes 30 de enero de 1998

(La entrevista, hasta hoy inédita,  se desarrolló en inglés).

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: Profesor: Sé que hasta ahora ha ganado usted todas sus apuestas frente a las previsiones catastrofistas como la de Ehrlich sobre la evolución de las reservas de cinco recursos naturales. ¿Continúa usted apostando fuerte frente al 2000 respecto a los efectos positivos de una razonable aplicación tecnológica en el uso de las reservas naturales, y respecto a la necesidad de incentivar el crecimiento demográfico?  ¿Se jugaría usted otros 100.000 dólares en esta apuesta?

 

SIMON:  Sin duda. la probabilidad de ganar esta apuesta es muy, muy alta. En cualquier momento de la historia usted ganaría esta apuesta.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: En el último estudio de la ONU: “World population Prospects: The 1996 Revision,” se corrigen las previsiones anteriores de este Organismo que pronosticaban un estabilizarse en el crecimiento de la población mundial, mientras que ahora prevén una disminución demográfica. ¿Cuáles han sido las causas de esta tendencia negativa?

 

SIMON:  La única tendencia negativa es la negativa tendencia a hacer predicciones equivocadas. Hicieron mal las predicciones anteriores vaticinando por lo alto, ahora han hecho malas predicciones calculando por lo bajo. No conocen el futuro.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: ¿Por qué quiénes se alarmaban por el “baby boom” de los años 60 y 70 no se asustan actualmente ante el grandpaboom, u oldmenboom que vamos a tener que soportar en la primera mitad del siglo XXI? ¿Cuál es la fundamentación ideológica de los antinatalistas y porqué tienen tanta fe en sus esquemas mentales?

 

SIMON:  Estos son problemas para los sicólogos. Yo soy un economista, no un sicólogo. ¿Por qué la gente cree las cosas que cree? Yo no lo sé. Pienso que genéticamente tenemos una tendencia a creer en ideas catastrofistas, padecemos una cierta propensión a ello. Puede que haya algunos beneficios en prever catástrofes, pero no los hay en prever catástrofes económicas. No conozco la respuesta a su pregunta. Nadie la sabe. ¿Por qué a la gente le gusta ir a películas de terror? ¿Por qué le gustan estas películas? Si usted puede explicar esto, podría explicar lo que me preguntaba.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: Quizá sea una enfermedad mental...

 

SIMON: ¿Una enfermedad mental? A la gente le gusta ver películas de acción: Drácula… Les gusta ver sangre. Usted es el profesor de Ética, no yo.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: ¿Qué consecuencias sociales puede producir en la economía mundial el previsible descenso de la población en 85 millones durante la primera mitad del siglo XXI?

 

SIMON:  Yo no lo sé. Nadie lo sabe. Nadie conoce el futuro de la natalidad

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: ¿Con qué argumentos rebatiría la tesis de Huntington en su libro “the crash of civilizations” demostrándole que la emigración, el mestizaje, y el encuentro entre distintas culturas es fuente de riqueza humana, cultural y económica?

 

SIMON: ¿Cuál es la tesis de Huntington?

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN:  Huntington sostiene la idea de que nuestra civilización va a entrar en guerra por un choque entre el islamismo, el cristianismo, el taoísmo y considera un peligro para la subsistencia Civilización Occidental que países como Estados Unidos puedan llegar a tener mayor número de habitantes procedentes por las migraciones de otros continentes y culturas que los actuales ciudadanos norteamericanos.

 

SIMON: ¿Qué evidencia tiene? ¿En qué se fundamenta? La gente siempre piensa que habrá guerras y problemas, siempre piensa en lo peor. Quizá haya guerras y problemas; yo no lo sé. Pero... Huntington es un profesor de política, no de economía. Yo soy economista y sólo puedo asegurarle que no hay fundamentos en la economía para sostener esta idea. La gente piensa que pelearán unos contra otros, yo no lo sé. Quizá lo hagan. ¿Lucharán las democracias unas contra otras? No lo sé.  Los pueblos no lucharán unos contra otros desde un punto de vista económico. La gente no irá a la guerra para conseguir más tierras, no lo necesitan. Alemania ¿fue a la guerra porque necesitaba más tierras para la agricultura? España tiene mucha tierra. ¿Va la gente a la guerra porque quieren luchar unos contra otros? No lo sé

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN Soy profesor universitario de Ética y explico a mis alumnas que los hijos son fuente de riqueza material y espiritual. ¿Qué argumentos les ofrecería usted a las jóvenes de finales de siglo XX que dentro de tres años contraerán matrimonio?

 

SIMON:  Si ellas tienen más hijos, otras personas serán más ricas. Son sus hijos los que enriquecerán a otras personas.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN:  Si usted tuviera que convencer a un grupo de políticos, a otro de empresarios y a unos padres de familia para que fomentasen la natalidad ¿en qué puntos basaría su argumentación?

 

SIMON:  Yo no discutiría con nadie acerca de tener más hijos por razones económicas. Yo les diría que, si ellos tienen hijos, el mundo será más rico. ¿Qué elección es esta? Mi valor primero es la libertad, libertad de elegir: ¿Quieres tener más hijos?... Bien, ¿Quieres tener menos hijos?  Bien.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: Pero hay una presión social importante por parte de los gobiernos y de los medios de comunicación contra la familia y contra la natalidad...

 

SIMON: ¿Se trata de una presión de los gobiernos, o de personas individuales? Habitualmente son los periodistas los que constituyen un problema más grave que los gobiernos. No es una conspiración. Es, sin más, gente con ideas equivocadas, con una lógica equivocada, que no saben de economía. ¡Alguien tendría que enseñar economía a esta gente! Es realmente difícil enseñar economía... Todo lo que yo digo va contra el sentir general que defiende que cuanta más gente haya habrá menos alimentos, menos recursos. Por tanto, el problema se centra en enseñar economía a la gente y mostrarles que el sentido común se equivoca en este caso. No es nada sencillo. Por eso existen las universidades... estas cosas no son obvias, evidentes.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: En la Biblia aparece un episodio significativo del choque entre la política demográfica del faraón que quiere aplastar a los hebreos, y la cultura a favor de la vida que las comadronas judías ponen en práctica defendiéndose de la agresión del tirano. ¿Cómo fomentar desde las aulas universitarias y desde los medios de comunicación social una cultura a favor de la vida, en contra de la cultura de la muerte que también condena el Papa Juan Pablo II?

 

SIMON: (se ríe y le gusta la comparación) Yo no lo sé... Sólo soy economista. No soy sacerdote. Este es su trabajo, no mi trabajo... Pero la economía muestra que cuanta más gente hay, habrá más recursos. Sin embargo, este no es un argumento “pro-vida”. Los argumentos “pro-vida” son argumentos éticos, no económicos.

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: ¿Qué intereses políticos, económicos o ideológicos se esconden detrás de las políticas de ayudas al desarrollo que obligan como contraprestación a introducir el birth control? ¿Quiénes están detrás de estas ideologías?

 

SIMON:  No creo que haya una conspiración. Más bien, pienso que son las parejas mismas las que optan por usar o no el control de la natalidad

 

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN: Muchas gracias, profesor

 

 

 Textos: Rafael Hernández Urigüen, Redactor de Omnes Magazine en Donostia-San Sebastián. Imágenes: Manuel Castells Clemente, Director Comunicación Multimedia Universidad de Navarra - Fotógrafo

 

 

 

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