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Licenciado en Filosofía y Letras, Doctor en Teología, ex capellán y ex profesor Universitario de Ética, Antropología Filosófica e Introducción al Cristianismo.en la Universidad de Navarra. Ex profesor de Ética y de Antropología Teológica en el Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas Pío XII de San Sebastián-Donostia. Redactor de Omnes Magazine en Donostia-San Sebastián

miércoles, 22 de febrero de 2023

DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN. MONS. FERNANDO PRADO PUBLICA EL MENSAJE PARA LA CUARESMA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS A DIARIO; UN GESTO SOLIDARIO A TRAVÉS DE CÁRITAS A FAVOR DE LOS SIN TECHO; ACUDIR AL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA Y PARTICIPAR EN LA PEREGRINACIÓN A ARÁNTZAZU LAS VÍSPERAS DEL DOMINGO DE RAMOS





 “Rasgad vuestro corazón, no vuestras vestiduras” (Joel 2, 12)  

En su mensaje  para la Cuaresma. Mons. Prado, Obispo de Donostia san Sebastián propone  cuatro acciones sencillas para concretar  las prácticas cuaresmales de manera práctica y asequible y profunda: Escuchar la palabra de Dios a diario; un gesto solidario  a través de Cáritas Diocesana  a favor de los sin techo; acudir al sacramento de la penitencia y participar en la habitual  peregrinación a Arántzazu las vísperas del domingo de Ramos


“Rasgad vuestro corazón, no vuestras vestiduras” (Joel 2, 12)

Mensaje de Cuaresma 2023

 

 

Algunos sacerdotes se rasgaban las vestiduras, alzando las manos al cielo, proclamando públicamente el escándalo que producían los comportamientos de los demás, creyéndose y apareciendo ante el resto como justos y puros ante Dios.

 

Pero la voz del profeta pone el contrapunto: ¡Rasgaos el corazón, no las vestiduras! (Jl 2, 12). Volved, con humildad a vuestra verdad. No os escandalicéis tanto de los comportamientos de los demás. Volved a vuestro corazón y caed en la cuenta de que quizá no tengáis mucho de lo que presumir. No seáis hipócritas. Tened cuidado de que vuestro rasgaros las vestiduras no se convierta incluso en motivo de mayor escándalo que el que queréis denunciar. Esa falta de humildad, en verdad, habla de una lejanía real con Dios, de una vida sin corazón, sin caridad, de una falta grave de misericordia, impropia no solo de un sacerdote, sino de cualquier creyente. Al Padre, que ve en lo secreto, no se le puede engañar (Cf. Mt 6). 

 

En definitiva, ¿Qué es entrar en cuaresma, sino un volver a nuestra verdad más profunda, volver al corazón y ver si este está o no en sintonía con el Dios que nos ama y nos llama? Esto es la cuaresma: un camino espiritual de preparación para la Pascua en el que nos ponemos ante Dios, porque queremos volvernos a él, queremos convertirnos, volver a mirarlo cara a cara, volver a recuperar nuestra verdad más profunda de hijos y hermanos, alejando de nosotros todo aquello que lo impide.

 

Se trata de un tiempo litúrgico fuerte; un tiempo también de prueba, en el que vivimos —en la intimidad con Dios—, un combate espiritual. La Cuaresma supone para todos nosotros una oportunidad nueva para seguir a Jesús y fortalecernos en la lucha contra el pecado y contra el mal, contra sus efectos en nosotros y, sobre todo, contra sus causas. Entrar en cuaresma significa, por tanto, renovar la decisión personal -y comunitaria- de afrontar el mal junto con Cristo y disponernos para vivir, a la luz de la Resurrección, una vida nueva y renovada. La luz de la Pascua es nuestro horizonte. Somos gente de Pascua.

 

En este combate espiritual, las tradicionales armas —ayuno, limosna y oración—junto con otras prácticas, nos ayudan. En ese sentido os propongo cuatro cosas sencillas que podemos hacer durante esta cuaresma para ayudarnos en el camino:

 

  1. Escuchar la Palabra de Dios cada día: las lecturas de la Liturgia de la cuaresma nos pueden servir de itinerario. Hay muchos recursos para ello. También en internet. Nos hace bien ser menos ricos de nuestras palabras para ser más ricos de las suyas. Escuchemos a Jesús, que nos habla en su Palabra.  

 

  1. Un gesto solidario: contribuir con sacrificio en un proyecto concreto de ayuda a la gente sin techo. El albergue diocesano “Hotzaldi” tiene en proyecto cubrir 25 nuevas plazas para personas sin hogar. Cáritas nos informará de cómo colaborar en este proyecto.

 

  1. Un sacramento: el sacramento de la penitencia o reconciliación es una buena oportunidad para renovar en nosotros la vida cristiana experimentando la fuerza del perdón y de la misericordia de Dios. A buen seguro, a lo largo de la cuaresma podrás encontrar un sacerdote para poder confesarte. No dejes de participar en tu parroquia, si es el caso, en los actos y celebraciones penitenciales programados.

 

  1. Una peregrinación: Caminar, como todos los años, en comunidad de hermanos, el sábado anterior al Domingo de Ramos, a la casa de nuestra madre de Aránzazu. Como sucede cuando vamos a la casa de la madre, experimentaremos, sin duda, la alegría de los hermanos que se reúnen y se sienten en comunión. Juntos, niños, jóvenes y adultos, como compañeros de viaje, construimos la Iglesia del Señor. Estad atentos a la organización de este evento y no dejéis de participar, si es posible, con toda la familia. 

 

Os deseo, de corazón, un buen itinerario hacia la Pascua. Que el Señor nos de la gracia a todos de vivir una cuaresma que nos renueve y nos ayude a vivir en verdad y en toda profundidad la verdadera alegría del Evangelio, la de aquellos que se encuentran con Jesús (cf. EG, 1). 

 

In Corde Matris,

 

 

+Fernando

Obispo de San Sebastián


Informó: Rafael Hernández Urigüen, Redactor de Omnes Magazine en Donostia-San Sebastián.
Textos e imágenes  de la Diócesis

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